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No Tiene Sentido Buscar La Felicidad

Cómo escaparle a las búsquedas vacías que te mantienen frustrado:

Pequeño anuncio: Vengo trabajando en mi próximo curso, “El Escritor Generalista“ (algo que mencioné la semana pasada). Si te interesa chequearlo, podés hacerlo acá.

Continuamos a la programación habitual:

Terminada ya la serie de “Cómo encontrar lo que te gusta” (sí no la leíste podés empezar acá), quiero dejarte en claro que encontrar tu camino, no es el final sino el principio.

Hoy me gustaría centrarme en algo que sigue por la misma línea:

No tiene sentido buscar la felicidad.

Creer que el sentido de la vida está detrás de la felicidad es lo que más infeliz te va a hacer.

Porque la felicidad es como saltar. Cuando estás en el aire se siente genial y divertido, pero caés al instante. No podés vivir sostenido en el aire.

O aunque quisieras vivir saltando, terminarías completamente agotado.

Querer vivir constantemente feliz es lo mismo. No podés sostenerlo.

Y por experiencia propia, creo que muchos que están buscando encontrar lo que les gusta, están pensando que encontrándolo van a alcanzar la felicidad.

Que ya está, que ya ganaron el juego. Y no.

Buscan la felicidad queriendo escapar de la lucha. Pero lo que no entienden es que no hay forma de escaparle.

Por eso hoy quiero darte la perspectiva y las herramientas que me ayudaron a pasar del deseo de escapar de la lucha a entender que la lucha es inevitable.

Para que dejés de sentirte insatisfecho con todo lo que hacés.

Para que no te sientas vacío cada vez que alcanzás lo que querías.

Para que la frustración no te robe de tus ambiciones y te haga caer en el resentimiento.

Para que empieces a ver las oportunidades que estás dejando pasar y el potencial que podrías aprovechar para alcanzar realmente todo lo que podés ser.

La dependencia de recompensas externas condiciona el deseo de escapar de la lucha

¿Cuántas veces escuchaste sobre la motivación intrínseca y motivación extrínseca?

En términos simples, la motivación intrínseca nos mueve ‘desde adentro’ y la extrínseca ‘desde afuera’, y por supuesto, tienen distintas características:

Motivación intrínseca - Se hace por interés genuino, persiste a largo plazo, y genera satisfacción y sentido de propósito.

Motivación extrínseca - Se hace por recompensas externas o presión social, se desvanece por completo cuando esa recompensa desaparece, y puede generar estrés o alienación si no se alinea con los valores internos de cada uno.

No hay una buena y una mala, pero sí solemos estar inclinados a apoyarnos en motivaciones externas.

El principal problema que enfrentamos es que el sistema que tenemos nos condiciona a hacer cosas que no nos interesan a cambio de recompensas externas que funcionan como parches temporales:

  • Ganar un buen sueldo

  • Tener muchos likes en redes sociales

  • Sacarte una buena nota en el exámen

Recibimos un premio que nos hace sentir bien, pero que para el largo plazo no tiene consistencia.

Porque creemos que es lo único que vale.

Terminamos buscando validación, reconocimiento, y estatus y dejamos de lado el aprendizaje, el crecimiento y el deseo genuino.

Son búsquedas que nos dejan vacíos, perdidos, confundidos, ansiosos, y estresados. Desconectados de nosotros mismos por completo.

¿Entonces qué hacemos? Buscamos la felicidad, creyendo que nos va a sacar de ese pozo. Pero como ya vimos, son simplemente suspiros.

Saltamos, para caer en el mismo lugar.

¿Cómo podemos romper ese ciclo?

Dejando de involucrarnos en luchas que no nos interesan simplemente por la recompensa externa y entendiendo qué es lo que realmente nos motiva y nos satisface.

Las 3 necesidades psicológicas fundamentales para nuestro bienestar

Edward Deci y Richard Ryan investigaron qué es lo que realmente nos motiva y desarrollaron la “Teoría de la autodeterminación”.

Explican que los seres humanos tenemos necesidades psicológicas universales que están fuertemente ligadas a la motivación intrínseca.

Estos son los 3 pilares que realmente sostienen nuestra motivación:

1) Autonomía

Trabajando como modelo tengo trabajos con distintos equipos y marcas. Cada marca tiene una forma de trabajar y una idea en mente para las producciones.

Y me doy cuenta que los trabajos que más disfruto son aquellos en los que tengo libertad para experimentar con las poses y los movimientos.

Eso lo hace más dinámico, entusiamante y le saca ese aire de obligación o demanda.

Toma la forma de un juego. Una experiencia que disfruto por el simple hecho de hacerla sin la necesidad de pensar en la recompensa externa que me ofrece.

Tener autonomía, es la necesidad de sentir que elegís qué hacer, cómo hacerlo, cuando hacerlo, y con quién (dentro de un marco determinado).

Y va acompañado de saber que lo que hacés está alineado con tu criterio personal. Sos vos el que determina la manera en la que hacés lo que elegís hacer, sin depender de factores externos.

Es poder experimentar y explorar ideas sin demasiadas ataduras.

Un ejemplo puede ser un artista que decide qué pintar en vez de cumplir con pedidos de otros.

Vivir una vida satisfactoria va más allá de cumplir con las demandas de quienes nos dan órdenes, tiene que haber un elemento de voluntad y entusiasmo.

Ámbos están detrás de la autonomía.

La falta de autonomía genera resistencia y desinterés.

2) Competencia

Es una necesidad por desarrollar habilidades y ver progreso. Poder percibir que estás mejorando en algo.

Ya sea en tu entendimiento, tu capacidad para percibir patrones, para resolver problemas, para hacer las cosas de una manera más eficiente.

Necesitás un desafío. Uno que sea constante y que vaya evolucionando a medida que vos lo hacés.

No se trata de tener todo resuelto y hacer todo fácil. Lo que queremos es mejorar en lo que hacemos y avanzar sobre desafíos más difíciles.

Queremos ser capaces de enfrentar esa dificultad y apuntar a dominar lo que hacemos.

Cualquiera que tenga que lidiar constantemente con tareas repetitivas se va a sentir completamente estancado.

Llega un punto en que no podés hacerlo ni más rápido ni mejor. La falta de progreso genera frustración y te inclina hacia el abandono.

Necesitás un desafío más difícil. Uno que te obligue a crecer.

También es como un juego, vas subiendo de nivel y enfrentando monstruos cada vez más grandes y fuertes.

Saber que estás mejorando en algo te da mayor sensación de control, entonces ganás confianza en tu capacidad y competencia.

(Libros al respecto, recomiendo: Mastery de Robert Greene y Flow de Mihály Csíkszentmihályi)

3) Conexión

Una de las cosas que más me marcaron durante la época en que daba entrenamientos de fútbol fue ver el impacto que podía generar en otros.

Tanto en entrenamientos individuales como de equipos, poder ver la mejoría de la gente que entrenaba era algo que me entusiasmaba profundamente.

Pero no sólo eso, lo más trascendente era ver que lo que yo les enseñaba los ayudaba a mejorar y ganar confianza, y gracias a eso podían disfrutar más de jugar el deporte que les gustaba.

Tener algo que ver en todo eso fue la sensación más gratificante que encontré.

El tercer pilar de la motivación intrínseca es tener impacto en otros y sentirse parte de algo.

No nos basta con ser ‘buenos’ en algo. Queremos que lo que hacemos importe.

Sentir que cumplimos un rol importante dentro de un grupo o que somos capaz de generar un efecto.

Hay un concepto en inglés, que nunca pude encontrar una palabra para traducirlo al español, que retrata esto: agency.

Sería algo así como la capacidad para efectuar nuestra voluntad en el mundo. Hacer que las cosas pasen, expresarnos, impactar.

George Mack diferencia la ‘low agency’ (poca o baja) de la ‘high agency’ (alta o mucha) con un gráfico de cuadrantes:

El lugar de mayor impacto se da cuando la vida está pasando y vos estás pasándole a la vida. Es como un diálogo de ida y vuelta con la realidad.

Puede que hayan cosas que te están pasando, pero eso no necesariamente quiere decir que vos estés haciendo que las cosas pasen.

Tener esa determinación, ese efecto, esa influencia, nos motiva profundamente.

Elegir la lucha conscientemente es disfrutar del proceso

En definitiva…

Lo que necesitamos es un desafío que elegimos enfrentar, que se va poniendo cada vez mejor y que nos hace crecer y nos permite trascender más allá de nosotros mismos.

Entonces, encontrar tu camino no se trata de por fin escaparle a la lucha. Es elegir esa lucha y disfrutar del proceso.

“Sí, genial. Pero, ¿cómo se disfruta del proceso?”

Vamos a eso.

Muchos te dicen “disfrutá del proceso”, cómo si fuese tan simple.

‘¿Y si mi proceso no tiene los componentes para ser disfrutable?’

Ahí es donde entran los pilares de la motivación intrínseca. Pero simplemente con saberlos o poder reconocerlos no es suficiente, ya lo sabemos.

En principio, tenés que hacer un cambio de mentalidad y perspectiva.

Estos son los 3 pasos para disfrutar del proceso:

  1. Entendé que no se trata de escapar de la lucha (porque es inevitable)

  2. Elegí conscientemente tu lucha

  3. Volvéte mejor luchando

Lo más desafiante es elegir conscientemente una lucha que te cautive. Ese es el camino de descubrimiento del que hablé la semana pasada, y en el cuál la escritura funciona como el vehículo para transitarlo.

El punto que nos queda cubrir es cuál va a ser nuestra brújula, qué nos puede orientar en ese recorrido.

Acá no tenemos sol ni constelaciones que nos guíen.

Pero sí tenemos una fuerza que contiene la esencia de esta lucha o enfrentamiento y que sea alinea debajo de los 3 pilares de la motivación intrínseca:

La creación.

Esa es la brújula que te va a guiar por el camino de encontrar dónde está lo tuyo. Veamos por qué.

La creación encarna la esencia del enfrentamiento

Cuando creamos, inevitablemente entramos en una lucha.

Tu disposición para enfrentar esta lucha es lo que te sostiene mentalmente.

La insatisfacción y la ansiedad constantes son señales de una falta de creatividad.

Crear exige una lucha con la realidad.

Porque crear algo implica enfrentarte con obstáculos reales: una hoja en blanco, un bloqueo mental, límites de tiempo o recursos.

Esa lucha es lo que mantiene la mente activa, orientada y satisfecha.

Y si nos guiamos por Jean Piaget, aprender es también un proceso de creación.

Aprender no es recibir información pasivamente, sino construir conocimiento. Es tomar la infromación e integrarla en su estructura mental. No es acumular, es crear estructuras nuevas dentro tuyo.

Siempre que intentes entender algo vas a estar buscando crear un modelo que te permita capturar la información que querés procesar.

La cuestión es que, como ya vimos, ese enfrentamiento es inevitable.

Y cuando hablo de elegirlo conscientemente, me refiero a que te dejes llevar por tu curiosidad y tu creatividad porque te van a guiar hacia un camino al que solo vos podés llegar.

Carl Jung lo creía así. Según él, existe un Self dentro de cada uno, que es algo así cómo: quién podrías si fueses todo lo que podés ser.

Es la totalidad de tu potencial.

Y ese potencial es lo que te está llamando cuando algo te interesa. Se manifiesta a partir de las cosas que te llaman la atención naturalmente.

Porque si lo pensás, no elegís lo que te cautiva.

Ese es el Self llamándote, la curiosidad y la creatividad manifestándose para que las sigas.

Entonces, no te quedes con la idea de que encontrar tu camino es el fin de la lucha.

Entendé que la lucha es necesaria y es disfrutable, siempre y cuando te permita un espacio de creación.

La creación, como actividad, contiene todos los elementos que satisfacen nuestras necesidades psicológicas fundamentales: autonomía, competencia y conexión.

  • Podés crear y aprender sobre lo que quieras, de la manera que quieras.

  • Podés crear y aprender cosas cada vez más complejas y trascendentes.

  • Podés crear y aprender para entender, ayudar y conectar con otros.

En el acto de crear está contenida la forma más pura de lucha: contra la incertidumbre, contra la resistencia, contra el caos, contra el "no saber" o el "no poder".

Es una forma de lucha que no es destructiva, sino transformadora.

Encontrar tu camino fluye en el mismo sentido que una buena pelea fluye.

Un buen partido de fútbol, de tenis, básquet, lo que sea. No fluye sin fricción, al contrario. Es un tire y afloje.

La tensión se acumula y se libera. Y en ese sentido la creación se trata de lo mismo.

Encarnar la energía de la creación es tener ‘high agency’. Es hacerte presente en la realidad y hacer que las cosas pasen.

Aprender y crear es reducir la incertidumbre, darle forma a lo desconocido y ordenar el caos. Es acortar la brecha entre lo que es y lo que podría ser.

Por eso, si sentís que vivís saltando de una cosa a otra, que nada te llena del todo, o que la felicidad nunca dura, no busques más afuera. Elegí una lucha creativa.

Porque cuando creás, no estás escapando de la lucha, la estás dirigiendo.

Gracias por leer, buena semana.

Que te diviertas, Bautista.